Una década de "obras en ruinas" de Yarumal


El año 2007 será recordado como el año que dejaría una estela de corrupción y destrucción del patrimonio con que contábamos los yarumaleños, producto de la ingeniosa idea del “visionario” alcalde Rodrigo Albeiro Jaramillo Villegas, quien fungió como burgomaestre entre 2004-2007, regresando en enero de 2012 hasta que fue destituido, es decir, apenas pudo hacer daños durante 3 meses (1 enero / 29 de marzo). Fue suficiente para ser recordado.

Lo que inició como un proyecto de embellecimiento paisajístico del parque Epifanio Mejía, una plaza que tenía más de 70 años de historia, terminado de construir en 1938, siendo un atractivo no solo arquitectónico sino también cultural, terminó siendo una mole de cemento.

Fuente: El Mundo
En su momento el periódico EL TIEMPO informaba que “la obra es para cumplir con el programa de gobierno del actual alcalde, quien en el capítulo de Obras Públicas se comprometió con el mejoramiento, mantenimiento y embellecimiento del parque principal, lo que a todas luces indica la conservación del parque existente, no una destrucción, rediseño y nueva construcción”. Todo fue una mentira.

Fuente: El Tiempo
No valieron los conceptos del Ministerio de Cultura ni de la entonces Dirección de Cultura y Patrimonio de Antioquia –hoy Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia (ICPA)-, ni una Acción Popular que se interpuso en contra el municipio, la cual dejó caer el abogado Jorge Mario Álvarez Zea, años después, en 2012, en la ESE Hospital San Juan de Dios, siendo aliado de Rodrigo Jaramillo Villegas.



Muy curioso que quien interpuso la Acción Popular para salvar el parque haya terminado años después de aliado del exalcalde destructor Jaramillo Villegas y contratista de la ESE Hospital, recomendado por el mismo.

¿Un parque moderno?

La idea de la Alcaldía era transformarlo en un lugar integral, y para ello planteó quitarle las diagonales, su principal atractivo, aduciendo que era un riesgo que cruzaran los vehículos. ¿No había forma de cerrar las vías y volver peatonal el parque? No. Había que justificar como fuera los Setecientos tres millones de pesos ($703.000.000), de los cuales $550 los aportó Corantioquia y el resto el municipio.

Un año después el deterioro del parque Epifanio Mejía, una mole de cemento que no tiene ningún atractivo más que un embarcadero –le dicen tarima- en madera su se pudrió con los años y debió ser reemplazada por una losa de cemento. ¡Vaya garantía!

Las ruinas del antiguo “preventorio”
Aunque el parque recreativo tiene el nombre de Rubén Piedrahíta Arango todos lo conocemos como el “preventorio”, por haber sido un internado para jóvenes con problemas de comportamiento.

Entre 1994 y 1996 el alcalde Javier de Jesús Orrego Arango construyó un parque recreativo con zonas húmedas y atracciones mecánicas, las cuales fueron cayendo en el olvido.

En el año 2007, después de realizada la venta de los activos de energía de las Empresas Públicas de Yarumal E.S.P., por parte del municipio de Yarumal, representado por Rodrigo Jaramillo Villegas, se decidió por parte del Concejo Municipal la inversión de los Diez mil veinticinco millones de pesos ($10.025.000.000).

Como una obra visionaria fue presentado el proyecto de Construcción del Parque Ecológico Ambiental Rubén Piedrahíta Arango, que fue iniciado por el constructor a finales de julio de 2007. Hoy está en ruinas.

2783875818 ruinas impunes

El visionario alcalde Jaramillo Villegas invirtió $2.783.875.818 de pesos, los cuales hoy están en ruinas. De no ser por una ACCIÓN POPULAR fallada por el Tribunal Administrativo de Antioquia hoy seguiría en el olvido.








El 21 de noviembre de 2014 el Juzgado Doce Administrativo Oral de Medellín falló en Primera Instancia la Acción Popular interpuesta por Diego Fernando Pérez González en contra del municipio de Yarumal, Nación, Ministerio de Defensa, Ejército Nacional y el Instituto del Deporte y la Recreación de Yarumal –INDERYAL-, en donde le solicita al juez proteja los derechos colectivos de la comunidad en cuanto al disfrute de los espacios públicos y la recreación, toda vez que las instalaciones del parque recreativo Rubén Piedrahíta Arango, conocido comúnmente como ‘El Preventorio’, se encuentra en posesión del Batallón de Infantería N° 10 Coronel Atanasio Girardot.

Jaramillo Villegas: impune y muerto de la risa


¿El Concejo de Yarumal piensa desaparecer el cuerpo del delito? Las atracciones mecánicas son lo único que queda del parque recreativo Rubén Piedrahita Arango, en donde el exalcalde 2004-2007, Rodrigo Jaramillo Villegas, dilapidó $2.743.000.000 en una obra que hoy no es ni siquiera un elefante blanco, porque no alcanzó a terminarse ni a inaugurarse.

Como lo escribí en una columna de EL ESPECTADOR en agosto de 2014: “Yarumal es como Macondo, donde pasa de todo y nadie chista. Los cuentos que se han tejido en torno a la política no son ficción, sino realidad.

El 28 de febrero de 2006, un alcalde liberal, con aprobación de diez concejales que conformaban su coalición, logró la aprobación para vender los activos de energía por un valor simbólico (porque no hubo estudios previos) de $10.025 millones de pesos a Empresas Públicas de Medellín. Pese a la discusión de sectores sociales y de veedores, que veíamos inconveniente dicha venta, se cerró el negocio.

Uno de los concejales de dicha época y que aún continúa en el Concejo es Óscar Antonio Zapata Restrepo, del Partido Liberal, quien dio su voto para vender a EPY y luego avaló la construcción del parque recreativo. Y nunca ha dicho nada. ¿No le dará vergüenza al concejal Zapata ver que él fue cómplice del detrimento más visible de nuestro pueblo?

En enero de 2008, la administración entrante, del ingeniero Carlos Guillermo Atehortúa Quiceno, liquidó el contrato de la construcción del parque recreativo por fallas en los diseños y la desfinanciación del proyecto. La Contraloría General de Antioquia entró a revisar el tema. Mientras tanto, el alcalde, para evitar que se robaran el hierro de las atracciones mecánicas, lo guardó en una bodega. En una acción de salvaguarda del patrimonio público fue ubicado el Batallón Girardot en dichas instalaciones, para cuidar lo que quedaba.

Corría noviembre de 2013 cuando la Contraloría General de Antioquia reabrió la investigación fiscal, por detrimento patrimonial, causado por la construcción del parque recreativo que está en ruinas, en la cual se incluyeron al alcalde que inició la construcción (Jaramillo Villegas) y al que liquidó el contrato (Atehortúa Quiceno). Al final la Contraloría absolvió a los exalcalde y a los contratistas en AUTO del 10 de diciembre de 2013.

La actual administración del alcalde Julio Areiza trata de volver a operar el parque recreativo Rubén Piedrahita Arango con un proyecto aprobado por Coldeportes. Ojalá podamos volver a ver funcionando lo que ha sido durante años un elefante que nos recuerda la corrupción más grande que ha habido en Yarumal.

Fuente: Alcaldía de Yarumal

Fuente: Alcaldía de Yarumal
Han pasado 10 años y el pueblo sin memoria continúa creyendo en estos incólumes políticos. Incluso hay locutores, como Francisco Moná Yepes, de La Unión pero radicado en Yarumal hace más de 30 años, que luego de habernos llamado “nostálgicos” en 2006, cuando reclamábamos por la destrucción del parque, se queja del deterioro de la obra cumbre al cemento. Ni siquiera en 2007 se refirió a la corrupción por la venta de las redes de energía de Empresas Públicas de Yarumal.

Razón tenía el humanista yarumaleño José Giraldo Bernal: “Yarumal, la silla del forastero y la madrastra de sus hijos”.

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