8 concejales quieren apoderarse del botín burocrático del INDERYAL


La puja por el poder y el manejo de las entidades descentralizadas del municipio de Yarumal, entre las que se cuentan la ESE Hospital San Juan de Dios y la Sociedad Aguas del Norte Antioqueño S.A. E.S.P., tocó las puertas del Instituto del Deporte y la Recreación de Yarumal [INDERYAL], en donde tienen interés los ocho (8) concejales de la coalición del alcalde Julio Aníbal Areiza Palacio. La ambición de los concejales por el botín burocrático, que representa diecisiete (17) contratos de prestación de servicios para diferentes actividades del ente deportivo, los llevó a hacerle juicio político al gerente.

Los padrinos
Luego de la elección de Jorge Alonso Rueda Tobón como gerente del Inderyal dos concejales: Miguel Giraldo y Juan Daniel Mazo Barrientos le dieron su espaldarazo, con lo cual podía tener la confianza plena de desarrollar proyectos importantes dentro de la entidad, con independencia y autonomía presupuestal.

El coequipero de Jorge Rueda en las actividades recreativas, Javier Zea Miranda, fue contratado por el Inderyal para coordinar los programas recreativos. En la campaña para el Concejo fue decisivo en la elección de Miguel Giraldo, sirviendo de puente con el sector deportivo, los padres de familias y maestros que respaldaron al “concejal del deporte”, como él se hace llamar.

El primero en pedir una cuota política fue el concejal Juan Daniel Mazo Barrientos, quien puso en el cargo de Secretaria al reemplazo de Eliana Zapata Carrasquilla, quien renunció. Ahora, después de 4 meses, el concejal de la Alianza Social Independiente [ASI] pide la cabeza de su recomendada.

Los 8 concejales se enfrentan al gerente Rueda
El pasado martes 5 de julio los ocho concejales de la coalición: Arley Prisco Villa, Miguel Ángel Giraldo Ochoa, Juan Daniel Mazo Barrientos, Elkin David Estrada Cuartas, Mariano Alberto Restrepo Flórez, Yezid Alexis Sánchez Muñoz, Juan Fernando Rodríguez Hernández y Héctor Darío Mesa Mazo, se reunieron con el gerente Jorge Rueda, a quien le plantearon la siguiente situación: “entregar los 17 contratos para ellos o irse él del cargo”. Esta información fue corroborada con un concejal que estuvo presente en la reunión.

De acuerdo a la información que pude contrastar con tres fuentes: un concejal, un contratista y un funcionario de la Alcaldía. El concejal Mazo Barrientos manifestó en dicha reunión que los contratistas “ya comieron 3 meses”, por lo que deben entrar otras personas a reemplazarlos, “porque ellos tienen muchos compromisos”, lo cual fue apoyado por sus compañeros de coalición. Si esto no es un claro tráfico de influencias no sé cómo más se llamará a ésta actuación de los servidores públicos.

Concejal Giraldo pide dos cabezas
Miguel Ángel Giraldo Ochoa se hace llamar el “concejal del deporte”, por lo que cree tener la injerencia en los contratos y en el manejo de personal del Inderyal. Tomándose la atribución de ser el padrino del gerente pidió la cabeza del entrenador de fútbol Eduardo Villegas y de Javier Zea Mirada, quien en la campaña le puso votos para que él llegara al Concejo. Con Eduardo Villegas existe una vieja disputa por “chismes” que el concejal llevó al recinto del Concejo, relacionada con una presunta agresión por parte del entrenador Villegas a un árbitro, durante un partido de fútbol. Ante tal situación le fue aplicada una sanción al concejal dispuesta en el Reglamento Interno del Concejo: sin voz, pero con voto.

El concejal Giraldo Ochoa para hacerse notar, ante la negativa de Jorge Rueda, quien contrariando la petición la petición del concejal les renovó por otros 3 meses el contrato a Eduardo Villegas y a Javier Zea, armó gavilla con los concejales Arley Prisco, quien funge como presidente, y de Juan Daniel Mazo Barrientos, quien ya había pedido la cabeza de la secretaria del Inderyal. A ellos se sumaron otros cinco concejales, por lo que la coalición de 8 fue suficiente para pedirle al gerente su cabeza o la de los 17 contratistas.

El verdadero interés de los 8 concejales de la coalición es manejar la contratación del Inderyal, influir en los nombramientos de contratistas y cobrarle por ventanilla a quien no les sirva como cuota. Algo así como “pan para hoy y hambre para mañana”. Los contratos por 3 meses son una manera de cumplirle a sus votantes, para luego decir que sí cumplieron. Las estrategias de generación de empleo de los concejales para lo único que sirven es para pauperizar las condiciones laborales de la gente y convertir en una vulgaridad a la política.

El contratista que pide puestos
El coordinador del Fondo Rotatorio, Juan Carlos Londoño Márquez, quien tiene un contrato de prestación de servicios por $4.500.000 mensual, cuando el mismo que desempeñaba el cargo en la administración anterior ganaba la mitad, es ahora un mentor de contratistas. En días pasados le solicitó al gerente del Inderyal, Jorge Rueda, le fueron contratados varios recomendados, de quienes entregó sus hojas de vida. La respuesta del gerente fue “no”.

La represalia: auditoría de Control Interno
El Instituto del Deporte y la Recreación de Yarumal [Inderyal] es un ente descentralizado, creado por Acuerdo Municipal, por lo que las auditorías fiscales las realiza la Contraloría General de Antioquia, no Control Interno, que pertenece al Municipio de Yarumal. El cargo de ASESORA EN CONTROL INTERNO de la alcaldía lo desempeña Ángela María Ochoa Gil, quien se posesionó en el cargo el 1 de marzo. No se sabe con qué argumento se tomó la decisión de hacer una auditoría en el Inderyal, con lo que podría configurarse una extralimitación de funciones.

¿Y qué dice el Alcalde de Yarumal?
No creo que la reunión de los ocho concejales con el gerente del Inderyal, en donde le pidieron cuentas y presionaron con su salida si no cede a sus pretensiones, se haya hecho sin que el alcalde se enterara. Sería impensable que un alcalde no sepa qué hace su coalición y de qué manera interfieren en las decisiones de los entes descentralizados, en donde él es el presidente de la Junta Directiva. Hasta el momento de escribir esta nota las fuentes consultadas comentaron que el alcalde Julio Areiza no estaba al tanto de la situación. Será creerles.

Entradas populares de este blog

Conrado López Ceballos, «Mi General», un ladrón olvidado

Investigación | Elkin Amado Osorno Agudelo: el «maestro» de la estafa en Barbosa

[Listado] Estas son las 633 -no eran 533- víctimas de Los Doce Apóstoles entre 1990-1998