SANTOS: ¿PADRE Y PROPULSOR DE LA MERMELADA?


Después de las irregulares elecciones parlamentarias, donde la negligencia de la Registraduría estuvo acorde a la improvisación que durante años ha demostrado el registrador Carlos Ariel Sánchez, puso en entredicho qué tan blindadas están unas elecciones de la corrupción, la compra de votos, la alteración de los formularios de escrutinio (E-14) y los chanchullos para cambiar resultados, ante posibles candidatos quemados que buscan resurrección, como lo denunciaron el Centro Democrático y el Polo Democrático.

Pero no quiero hablar en esta columna de las irregularidades en la Registraduría ni del accidente de incontinencia de Juan Manuel, el nuevo amigo de los colombianos, queriéndose mostrar cercano a la gente, cuando lo vemos más distante que los acuerdos de paz, porque ya muchos gritos y lamentos se han escrito en los últimos días en la prensa.

Es importante referirnos a la ‘mermelada’ o ‘cupos indicativos’, una estrategia de promoción de la corrupción que Juan Manuel Santos revivió siendo Ministro de Hacienda del gobierno de Andrés Pastrana, y que fue demandada ante la Corte Constitucional, porque era la resurrección de los ‘auxilios parlamentarios’, eliminados hace más de 12 años porque se prestaban para alimentar a los corruptos, pero que la Corte avaló y dejó en firmes en la Sentencia C-1168 de 2001.

Lo sorprendente de todo esto es que quien demandó ante la corte la legalidad de los ‘cupos indicativos', 'auxilios regionales' o 'auxilios parlamentarios', eufemismos con los que antes se le escondió a la ‘mermelada’, fue precisamente Álvaro Uribe Vélez con el argumento de que “las partidas… constituyen materialmente auxilios regionales destinados a hacer política con los dineros públicos…”. Además, señalaba algo que pudo constatarse en estas elecciones: "distraer estos recursos en menesteres electorales, cuando pueden ser socialmente utilizados para satisfacer necesidades básicas insatisfechas de la población, es inadmisible". Al final los auxilios fueron declarados exequibles por la Corte Constitucional con ponencia del hoy Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre Lynett.

El analista político y director de Razón Pública, Hernando Gómez Buendía, que en el 2003 era columnista de Semana, denunció cómo el gobierno de Andrés Pastrana en contubernio con Juan Manuel Santos iban a repartir los auxilios: …el desprestigio de los dichosos auxilios es muy justificado y muy profundo… por una cadena larga de serruchos, desfalcos, fundaciones piratas y carreteras que pagó el fisco pero nadie vio nunca”, Semana (12/5/2003).

Días después de las elecciones del 9 de marzo el portal Las 2 orillas publicó la lista de los senadores elegidos gracias a la mermelada, que reemplazó los apoyos paramilitares en la costa, como son el caso de Musa Besaille quien pasó de obtener 62.059 votos (en 2010) a 145.402 (2014), con una aprobación de $115.525 millones en mermelada; y Bernardo Elías Vidal, apodado “Noño”, que pasó de obtener 74.247 votos (2010) a 140.143 (2014), con una aprobación en mermelada durante el cuatrienio de Santos de $55.000 millones. Ellos son quienes mandan en el Partido de la U, el partido del creador de los ‘cupos indicativos’, antes llamados ‘auxilios parlamentarios’.

El 20 de julio el Senado de la República elegirá como su presidente, para el período 2014-2015, al dignísimo padre de la patria y Honorable Senador, Musa Besaille Fayad, como fue la promesa del Partido de la U para quien obtuviera la mayor votación. ¿Le cumplirán?

¿Y de dónde son estos dos personajes, más cuestionados por el clientelismo y la corruptela, que por su trabajo legislativo? La revista Semana publicó en su más reciente edición un perfil de estos dos caciques electorales de la costa: “…ambos son de Sahagún, el pueblo de Córdoba con más congresistas per cápita en el país. A pesar de tener solo 120.000 habitantes, en 2006 logró cinco curules y ahora –después de la purga de la parapolítica– mantiene todavía dos senadores: Ñoño y Musa. En la costa dicen, a manera de chiste, que en Sahagún los niños aprenden a leer con el reglamento del Congreso…”. Y ésta sí es la tapa: “Los dos senadores, además, han sido aliados de Emilio Tapia, también de Sahagún, el gran eslabón del cartel de la contratación de Bogotá”, (Semana, 15/3/2014: ¿Qué va de los Names a los Noños?).

Durante cuatro años todo el Congreso de la República, a excepción del Polo Democrático y el MIRA, recibieron dinero de todos los ministerios para ayudar a sus alcaldes, además de varios puestos burocráticos, que buscaban reunir las mayorías para aprobar las reformas. Si eso fue en el primer gobierno no me imagino lo que será en la campaña de la reelección, contando Santos con la mayoría de Senadores y Representantes del Partido de la U, Cambio Radical, Partido Liberal y un sector del Partido Conservador que se opone a la candidatura de Marta Lucía Ramírez.

Santos, quien revivió y promovió los auxilios, hoy dirige la campaña ¡Mermelada para todos!

Se abre la convocatoria del club meloso en la Casa de Nariño.  

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