¿SANTOS Y VARGAS LLERAS? ¡AYÚDANOS, FREUD!
No fue sorpresa para nadie, medianamente
informado y que lea prensa y escuche radio, el nombramiento de Germán Vargas
Lleras como candidato a la Vicepresidencia de la República, después de haber
sido Senador, Excandidato Presidencial (2010-2014), Exministro del Interior, de
Vivienda y Presidente de la Fundación Buen Gobierno, una cosa que se inventó
Santos pero ni idea para qué sirve. Además de ser nieto del Expresidente Carlos
Lleras Restrepo. Otro delfín, para empezar.
Por primera vez en la historia del país
tendremos a dos delfines, provenientes de la aristocracia pura de Bogotá, como
candidatos a Presidente y Vicepresidente, algo nunca antes visto, lo cual no es
ni una vergüenza ni una desventura, porque a los colombianos no nos interesa,
con tal de que nos prometan 1 millón doscientas mil viviendas en el periodo
2014-2018, así no las hagan, como las primeras 100 mil viviendas que terminaron
siendo menos de 86 mil. ¿Creerle a Santos? Claro, él es un hombre leal, como
Vargas Lleras en la reelección de Uribe.
Las primeras declaraciones del candidato
Vargas Lleras fueron muy emotivas y elogiosas de su jefe, Juan Manuel, porque
él se ve como un Súper-Ministro, pero no ocupando ninguna cartera, sino siendo ‘coequipero’, es decir, algo así como la
función que cumplen los vicealcaldes nombrados por Aníbal Gaviria en la
Alcaldía de Medellín, que ni trabajan ellos ni los que manejan la plata. ¿Un
cogobierno o una supervisión política?
Los grandes temas que marcarán el discurso
de Santos y Vargas Lleras en la campaña presidencial van a ser el proceso de
paz, los programas de vivienda y el desarrollo vial del país. Causó extrañeza
escuchar en Blu Radio los elogios de
Germán a Rafael Correa, Presidente de Ecuador, de quien confesó pensó en
traerlo al país para que dictara una conferencia sobre desarrollo vial y
prosperidad económica en la Fundación Buen Gobierno.
Vargas Llegas quiere poner de ejemplo en
Colombia a Ecuador, donde las autopistas son de tres y cuatro carriles, cuando
aquí ni siquiera en cuatro años se han construido las que Uribe dejó diseñadas
y financiadas. ¿Ese es el desarrollo que nos quieren vender?
Y qué pensar del gran programa de
vivienda gratis, que pasará de 100 mil a 1 millón 200 mil viviendas en el
próximo cuatrienio, que ahora parece ser que será sexenio, por la reforma
constitucional que planean Santos y Vargas Lleras presentar al Congreso de la
República el 20 de julio próximo, día de posesión de los nuevos parlamentarios
elegidos el 9 de marzo, lo cual es una estrategia electorera, más que
inconveniente.
Esta es la reforma constitucional de
Santos: los alcaldes y gobernadores que tienen periodo hasta el 31 de diciembre
de 2015 tendrían dos años de gracia, es decir, hasta el 2017, estando en el
cargo 6 años, según Santos, para evitar la reelección. Del mismo modo, a partir
de las elecciones presidenciales del 2018, los presidentes tendrían un periodo
de 6 años.
¿Demagogia o pago por el apoyo a la
reelección?
El dúo de liberales que ahora se muestran
como los vanguardistas, librepensadores y equilibrados son expertos políticos,
por lo que los cuentos de hadas con que iniciaron campaña a la reelección no
son del todo ciertos. Hay más de un monstruo entre tanto rosa.
Es importante recordar la disputa entre
el Ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, y el Senador del Polo Democrático,
Jorge Enrique Robledo, por las 100 mil viviendas gratis, cuando éste último le
sentenció: “Ministro Henao le repito la pregunta,
¿Cuántas viviendas entregadas a 2013? No estimadas. ¿Cuántas físicamente
entregadas? Sin cuentos. No cacaree el fracaso”, (Semana, 27-12-12).
Ni Santos ni Vargas Lleras son tan buenos
como los pintan. El último tiene historias desastrosas como Ministro del
Interior, cuando se enfrentó a los estudiantes universitarios por la Ley 30, a
lo que se sumó la promoción de “Ley
Lleras” o Ley 2.0, que era nada
más que la restricción del espacio cibernético, por lo que todo el que
compartiera una foto o descargara música era considerado un criminal. ¿Recuerdan?
Ese es Vargas Lleras. Él pensó en criminalizar la libre información.
Dos males juntos, ¡lo que faltaba! ¿Ahora
qué candidato presidencial podrá contrarrestar tanto populismo? ¡Ayúdanos,
Freud!