EL SANCOCHO TRIFÁSICO DE SANTOS
La
suerte está echada para Juan Manuel Santos, un presidente sin carisma y con las
encuestas en su contra, mostrándolo como un político desgastado que se ha
sostenido por el apoyo por interés de la Unidad Nacional, club creado por él a
principios de su mandato para saber a quiénes, qué partidos y en qué cantidad
se iban a repartir los ‘auxilios parlamentarios’, llamados en el argot político
como repartija o mermelada. Corrupción desbordada.
Ahora
superviven solamente tres partidos, porque el Partido Verde y el Partido
Conservador se fueron, después de haber recibido cuantiosas sumas como
mermelada. La “disciplina para perros” impuesta por Marta Lucía Ramírez, recién
proclamada candidata presidencial, hizo que los azules se retiraran de la
coalición de gobierno. Ella, no sé por qué, se obstina en aplicar el mismo
modelo de obediencia que impuso Laureano Gómez en los años cuarenta. De los
verdes se quedó Alfonso Prada, un glotón que se niega a dejar las gabelas por
experimentar con la Alianza Verde una derrota más, como bien lo sabe Lucho
Garzón, consejero de Santos.
Con
bombos y platillos fue presentada la noticia de los partidos que harán parte
del sancocho trifásico para revivir a Santos. El Partido Liberal, Cambio
Radical y el Partido de la U [debería ser de la S] le darán el aval a Juan Manuel para que se inscriba ante a la
Registraduría como candidato a la reelección.
Santos,
rodeado por tanto liberal, se siente como en casa.
Habrá
que esperar de dónde van a sacar los votos los partidos reeleccionistas, porque
de acuerdo a la última encuesta de Semana
el presidente solamente cuenta con un 25 % de favorabilidad. Los demás
candidatos: Óscar Iván Zuluaga (8 %), Clara López (6 %), Enrique Peñalosa (6
%), Marta Lucía Ramírez (4 %) y Aida Abella (1 %) suman entre todos el 25 %,
empatándole a Santos. El gran ganador es el voto en blanco con el 27 %.
El
renovado Partido Liberal, con Horacio Serpa como cabeza de lista al Senado,
espera obtener la mayoría se senadores el 9 de marzo. Amanecerá y veremos qué
tanta credibilidad tienen entre los colombianos. ¿Si tendrán el caudal
electoral suficiente para ser impulsores de la reelección?
El
panorama político está muy enrarecido y no hay quién lidere la tendencia para
llegar a la Presidencia de la República, por lo que está más que cantado el
paso de Santos a la segunda vuelta, donde ganará las elecciones. El 75 %
restante de colombianos que voten por otros candidatos o se sumen al voto en
blanco serán parte de la oposición.
¿Podrá
Santos II gobernar con un país volcado a las calles reclamando cumpla con sus
promesas de campaña, incumplidas y maquilladas con mermelada? No.
Al
final, como veremos con el tiempo, él mismo impondrá la “disciplina para
perros” dentro de su Unidad Nacional. O se van o se quedan, pero no se aceptan
taimados.
El
tiempo de la desesperanza política está cerca.