Valdivia | Los “procesos pendientes” del precandidato a la alcaldía Raúl Ortiz

El precandidato a la Alcaldía de Valdivia para las elecciones de 2023: Raúl Norberto Ortiz Vallejo, fue candidato en 2019, avalado por Cambio Radical, ocupando el segundo lugar con 1986 votos, siendo superado por la candidata liberal Olga Cecilia Arroyave Molina por apenas 2110. En ese momento, por una queja interpuesta de forma anónima ante el Consejo Nacional Electoral –CNE–, se estudió la posibilidad de revocarle el aval de Cambio Radical, por una presunta doble militancia al ser apoyado por el Partido Conservador, pero no procedió y conservó su candidatura.

Su experiencia en el sector público de Ortiz Vallejo comenzó en enero de 2016, siendo contratista en la ESE Hospital San Juan de Dios, en Valdivia, donde celebró los contratos de prestación de servicios 018-2016 y 025-2016, para ser “analista en cartera, presupuesto, administración y demás actividades relacionadas con la administración”. En abril de ese mismo año, al posesionarse como gerente Juan Felipe Speck Morales –recordado por andar con un arma al cinto–, Ortiz Vallejo fue nombrado administrador, lo cual permitió la llave perfecta para el desangre del Hospital. El verdadero gerente era Raúl Ortiz y Speck un títere –me dijo una fuente–. En el periodo 2016-2019 las deudas de la ESE pasaron de $1.700 millones a $3.400 millones, lo cual se encuentra en indagación por parte de la Fiscalía.

¿A dónde fueron parar recursos de la ESE durante la gestión de Raúl Ortiz? Fuentes consultadas –que tienen por qué saberlo– dicen que la campaña para la alcaldía de Ortiz Vallejo se financió con recursos del Hospital de Valdivia. En el reporte de gastos de campaña que hizo ante el Consejo Nacional Electoral, el excandidato Raúl Ortiz dijo haberse gastado un total de $50 millones de pesos, los cuales hacen parte de su patrimonio, por lo que no recibió donaciones ni hizo préstamos.

De esos mismos recursos provenientes del Hospital, el excandidato Ortiz Vallejo habría construido un edifico en sociedad con su tío, a quien llaman “El Diablo”, el cual estaría a nombre de un tercero –o testaferro–, porque en el registro de la Superintendencia de Notariado y Registro no aparece con propiedades a su nombre.

Tres años después, como si los votos se guardaran entre un talego, el excandidato –y ahora precandidato– Ortiz Vallejo, busca sumarles a esos 1986 votos el apoyo de algunos concejales del Partido Liberal y de la alcaldesa Arroyave Molina, quien ha hecho una pobre gestión. Además de sumar dos apoyos departamentales: Julián Bedoya Pulgarín, exsenador liberal, tiene a sus dos fichas: Juan Diego Echavarría –senador– y María Eugenia Lopera –representante–, quienes obtuvieron en Valdivia para las elecciones de Congreso 442 y 612 votos, respectivamente, al servicio de Ortiz. Aunque el aval liberal para alcaldía es de la alcaldesa Arroyave Molina, Ortiz Vallejo, a través del exsenador Bedoya –aduciendo que le puso votos a sus candidatos–, busca hacerse avalar por el Partido Liberal para las elecciones de octubre de 2023.

El otro senador que apadrina a Ortiz Vallejo es Carlos Andrés Trujillo, del grupo conservador de Itagüí, actual presidente del Partido Conservador, a quien Raúl Norberto le puso 387 votos, lo que le aseguraría el aval para la alcaldía en 2023. En 2019 el diputado Jaime Cano Martínez obtuvo 294 votos en Valdivia, con el apoyo de Ortiz, quien lo ha apadrinado en varios contratos en los hospitales de Segovia y Concordia, en 2020, y en el Municipio de Medellín –Secretaría de Educación– y la Dirección Financiera de la empresa descentralizada Metroplús SA.

El apoyo del exsenador Julián Bedoya Pulgarín y del senador Carlos Andrés Trujillo –además de sus súbditos–, le ha servido de protección a Raúl Ortiz para pasar impune en la Procuraduría Provincial de Yarumal, en la Contraloría General de Antioquia –donde manda el senador Trujillo– y en la Fiscalía General de la Nación, donde reposan procesos disciplinarios, fiscales y penales producto de su “desempeño” como administrador de la ESE Hospital San Juan de Dios, del municipio de Valdivia, entre 2016 y octubre de 2018, antes de renunciar para aspirar a la alcaldía en octubre de 2019.

En la Contraloría General de Antioquia, en donde Ortiz Vallejo tiene los cuatro procesos ordinarios: 235-2019, 280-2020, 285-2020 y 287-2020; y dos (2) verbales: 350-2020 y 351-2020, el protector ha sido el diputado Jaime Cano Martínez, conservador de Bello, y quien tiene como jefe político al senador Carlos Andrés Trujillo. Dicho por el mismo Raúl Norberto a viva voz –en los corrillos políticos–, esos procesos serían archivados por la Contraloría por obra y gracia del diputado Cano.

Hace unas semanas investigadores de la Sijín, adscritos a los fiscales de la Unidad de Delitos contra la Administración Pública de la Fiscalía General de la Nación, realizaron una inspección a los procesos contractuales celebrados entre 2016 y 2018, en los cuales participó como administrador el precandidato Ortiz Vallejo. Algunos de los delitos por los cuales se le indaga son peculado por apropiación en favor de terceros y celebración indebida de contratos. Los contratos por los cuales indagan a Raúl Ortiz tienen que ver con la alimentación de los pacientes, la cual tuvo un incremento injustificado, siendo las mismas camas de un hospital de Nivel I, y otros temas contractuales que tiene reserva del sumario.

Así las cosas, con ese prontuario y esos apoyos políticos, se da por descontado que el exadministrador del Hospital y excandidato Raúl Norberto Ortiz Vallejo será candidato a la Alcaldía de Valdivia, avalado inicialmente por el Partido Conservador, aunque no se descarta que la alcaldesa Olga Arroyave el sume el aval del Partido Liberal para lavar sus pecados.