Mis libros leídos en 2015: ¡para antojarse!

Guerras recicladas, de María Teresa Ronderos
La investigación más completa sobre el origen del paramilitarismo, la influencia de los Castaño Gil, su expansión a Córdoba, Sucre y Antioquia, en el Magdalena Medio, Bajo Cauca y Urabá. Tesis irrebatibles cómo un aparato que surgió como una ofensiva contra la guerrilla del EPL y las FARC se convirtió en un gran monstruo.













¡Llegaron!, de Fernando Vallejo
El escritor y gramático antioqueño regresa con una novela familiar, poniendo como escenario la finca de su familia en Sabaneta, Santa Anita, recordando cómo fueron sus juegos familiares, sus abuelos, sus primeras lecturas, el ambiente de Medellín. Lleno de ironía, como nos tiene acostumbrados a sus lectores, lanzando fuego, creando cizaña y criticando el país, al que una vez renunció en su nacionalidad. Un escritor que, además de dar lecciones de buena escritura en primera persona, da clases de gramática. Podríamos decir que es la continuación de Casablanca la bella, novela publicada en 2014.








Cero cero cero, de Roberto Saviano
Un tratado sobre “cómo la cocaína gobierna al mundo”, como dice el mismo Saviano, un periodista italiano que se sumergió en el mercado negro del narcotráfico para hacer un paralelo de cómo funcionan los cárteles de la droga –no carteles, como estamos acostumbrados- en México, con los Zetas y el cártel de Sinaloa, Colombia con los narcos Pablo Escobar y El Mejicano, además de Italia, un país que conoce muy bien, sabiendo que los cárteles sicilianos hacen parte de su otra obra Gomorra (2006), que le trajo fuertes represalias y amenazas de muerte. Como dice Saviano en la introducción: “la persona que puede (estar consumiendo) cocaína, eres tú”.








Las vueltas de la Oficina de Envigado: génesis, ciclos de disputa y reorganización de una empresa criminal, de Juan Diego Restrepo
Todos hemos escuchado hablar de la Oficina de Envigado, en la radio, en la televisión o lo hemos leído en la prensa escrita, por las muertes por ajuste de cuentas o las incautaciones que realizan las autoridades. Lo que a simple vista se sabe es que fue creada por Pablo Escobar, luego manejada por alias ‘Don Berna’ y heredada por empresarios de cuello blanco que no figuran en ningún organigrama de los bloques de búsqueda contra el narcotráfico. El periodista Juan Diego Restrepo, investigador y columnista de Semana, hizo un excelente trabajo buscando archivos y desempolvando expedientes para hacer visible las operaciones y los dominios que ha tenido la temida Oficina, que ahora, según el investigador Fernando Quijano, se llama “del Valle de Aburrá”.



Crimen.org, de Luis de la Corte Ibañez
Aunque es un libro muy académico sobre la criminalidad y los cárteles de la droga, tiene puntos importantes sobre el narcotráfico en Colombia y su irrupción en la política, con el asesinato de líderes políticos en la década del 80 y el escalamiento social de personajes como Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha “El Mejicano” y el clan de los Ochoa. Además, de manera paralela, el crecimiento de los grupos paraestatales, luego convertidos en paramilitares.











El clan de Los Doce Apóstoles, de Olga Behar
En este libro están los testimonios del coronel (r) Juan Carlos Meneses, quien estuvo a cargo de la estación de Policía, en Yarumal, entre 1993 y 1994, años en los cuales operó de manera pública, porque no hubo nada de clandestino, el grupo de exterminio y limpieza social conocido como Los 12 apóstoles, en donde estuvo involucrado el sacerdote Gonzalo Palacio y el ganadero Santiago Uribe Vélez, dueño de la finca La Carolina y hermano del expresidente (2002-2010) Álvaro Uribe Vélez. Un libro revelador de cómo la vida valía nada para estos criminales.







La antesala del olvido, de José Raúl Jaramillo Restrepo
Un libro de cuentos que no es comercial, porque es una edición cuidada y editada por su autor, quien lo publicó en una editorial independiente. Textos cortos de gran inspiración que están acompañados por ilustraciones del caricaturista Elkin Obregón, socio de la librería Palinuro, de la misma que hace parte mi escritor de cabecera Héctor Abad Faciolince, en donde precisamente recibí el obsequio del autor, luego de una mañana de tertulia, entre tinto y humo.










Una historia sencilla, de Leila Guerriero
La periodista argentina, más que ser reportera, es una excelente cronista, que sabe dónde buscar una historia, la siente y persigue a quienes serán sus protagonistas. Una historia del pueblo de Laborde, en la provincia de Córdoba, en Argentina, a donde va Leila a participar de un concurso nacional de baile, conocido como malambo, o más bien zapateo tradicional gaucho, en donde solamente participan hombres. Diego, su protagonista, es convertido en un héroe de carne y uso por la hermosa Leila.











Felipe López: el hombre detrás de la revista Semana, de Juan Carlos Irragorri
Una larga entrevista entre uno de los periodistas más connotados del país, hijo de un expresidente de la República, Alfonso López Michelsen, que se convertiría en el refundador y dueño de una de las revistas más importantes e influyentes, en periodismo y política: Semana. Una entrevista profunda de quién es este periodista que no firma ningún artículo de su revista, pero está detrás de cada redacción y redactor, sirviendo como fuente y corrector. Un libro sencillo. Un mini-tratado de periodismo.









Las ideas en la guerra, de Jorge Giraldo Ramírez
Un ensayo muy bien fundamentado de lo que ha significado el conflicto armado en Colombia y la izquierda. ¿Cuál ha sido al criticismo de los intelectuales con el conflicto, lo han apoyado o rechazado, o qué críticas le han hecho desde la academia y desde las mismas células políticas, como el Partido Comunista? Esta pregunta es respondida con textos que hacen parte de la bibliografía política existente por el filósofo y politólogo Jorge Giraldo, quien hizo parte de la Comisión Histórica del Conflicto, creada por el proceso de paz de La Habana, Cuba. Un libro que vale la pena leer y re-leer ahora que se viene el posconflicto y entender qué están negociando, lo cual tiene un trasfondo histórico que muchos desconocen y desconocíamos.





Los testimonios que hundieron a Santofimio, de Gonzalo Guillén
Fue una coincidencia haber conocido al periodista Gonzalo Guillén, un reportero que está por cumplir cuatro décadas de trabajo periodístico, los cuales inició en El Tiempo. Luego de una tertulia en el ambiente bogotano conocí un libro que no había tenido oportunidad de leer, sobre un tema que me apasiona, como es el narcotráfico, la política y la criminalidad. Alberto Santofimio Botero, exsenador liberal, condenado por el magnicidio de Luis Carlos Galán, es tema de este libro revelador, con testimonios de Virginia Vallejo y John Jairo Velásquez Vásquez, alias ‘Popeye’, nacido en Yarumal (Ant.).

Más que plata o plomo, de Gustavo Duncan

Colombia vivió durante más de tres décadas una lucha contra los cárteles y los capos del narcotráfico, lo cual ahora está siendo revivido, solamente en un cambio de espacio y tiempo, por México, con terrorismo, desapariciones y confrontaciones entre la mafia y, ellos mismos, unidos, contra el mismo Estado.













Comuna 13: crónica de una guerra urbana -de Orión a la Escombrera-, de Ricardo Aricapa

Un relato sensible, que muestra cómo los menos favorecidos, atrincherados entre fuerzas ilegales (guerrilleros y paramilitares), en un Estado incapaz de satisfacer sus necesidades primarias, siempre llevarán la peor parte en la hecatombe social colombiana.












La caída del imperio maya, de Gonzalo Guillén
Este libro es una investigación del periodista Gonzalo Guillén, corresponsal en Colombia del diario El Nuevo Herald, de Miami, sobre uno de los episodios de corrupción oficial más grotescos, en donde están vinculados los hermanos del entonces Procurador General de la Nación, Edgardo Maya Villazón, hoy Contralor General de la República. Una investigación con pruebas y testimonios irrefutables que llevaron a varios criminales a la cárcel.



Perdonar lo imperdonable, de Claudia Palacios
Estas 126 crónicas y entrevistas con exvíctimas y exvictimarios demuestran que la guerra se puede superar, incluso sin firmar acuerdo de paz. Con un trabajo de reportería extraordinario, una de las periodistas más connotadas del país, entrega insumos para pensar el rol de cada colombiano en la construcción de la paz.














Tríptico de la infamia, de Pablo Montoya
Relata las complejas relaciones entre el Viejo y el Nuevo Continente en los primeros años de vida de América, con el convulsionado siglo XVI como telón de fondo. Tres pintores europeos narran la historia: Jacques Le Moyne, cartógrafo y pintor de Diepa; François Dubois, pintor de Amiens, y Théodore de Bry, grabador de Lieja, se enfrentan por distintos caminos a la fascinación del mundo recién descubierto, pero también el exterminio y el despojo que, en nombre de la religión, se llevan a cabo a ambos lados del Atlántico. Son, cada uno a su manera, testigos, beneficiarios y víctimas de las grandezas e iniquidades de su tiempo, y de ello dan cuenta con las herramientas de su oficio.






Medellín: territorio, conflicto y estado, de Carlos Alberto Patiño (editor)
Este libro presenta un análisis de Medellín –área metropolitana, territorio y conflicto- desde un enfoque geoestratégico urbano, en articulación con la región antioqueña colombiana. Analizando el conflicto urbano de los combos y la mafia en la ciudad y en el Área Metropolitana.












1985: la semana que cambió a Colombia, varios autores
En noviembre de 1985 Colombia vivió dos de los episodios más dolorosos de su historia. En sólo nueve días ocurrieron la toma del Palacio de Justicia y la tragedia de Armero provocada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz. En la voz de nueve de los mejores cronistas del país cuentan un pedazo de la historia del país.












Los días del dragón, de Silvia María Hoyos
Como periodista en ejercicio, Hoyos tuvo que cubrir los horrores de la guerra mafiosa que Escobar desató especialmente en Medellín. La muerte de sus colegas, amigos y conocidos marcaron a la periodista que también terminó convertida en una víctima cercana del delirio criminal del cartel de Medellín. El tío de la comunicadora era nada más y nada menos que el procurador general Carlos Mauro Hoyos, asesinado en 1988 por órdenes del capo.











Crónicas, de Mauricio Gómez
Este libro es un compilado de investigaciones del periodista sobre temas de interés nacional, como el conflicto, la salud, el contrabando, el Tratado de Libre Comercio, entre otros. Este libro es un acto de amor por Colombia, por su gente y sus geografías y sus dramas. Y es una lección de periodismo en tiempos en que cualquiera puede dedicarse a ese oficio con su teléfono en la mano. Mauricio es hijo del inmolado político conservador, Álvaro Gómez Hurtado.







Memoria de un golpe: la historia oculta tras el magnicidio de Álvaro Gómez y la amenaza de golpe de Estado en el gobierno de Samper, de Pablo Victoria
El libro revela conversaciones inéditas con varios generales sobre la intentona golpista. El texto publica un documento inédito: el desarrollo del golpe minuto a minuto. Victoria menciona en su libro a los generales Harold Bedoya, Camilo Zúñiga, Iván Ramírez, Luis Bernardo Urbina, entre otros. Una pieza clave de la historia política del país y del gobierno de Ernesto Samper Pizano, el presidente financiado por el cartel de Cali y los hermanos Rodríguez Orejuela.








Los señores de la guerra, de Gustavo Duncan
Muestra descarnadamente cómo las autodefensas se constituyeron en mafias que impusieron un orden en las regiones que les permitió seguir acumulando riqueza. Mancuso en Córdoba, ‘Jorge 40’ en el resto de la Costa, ‘Don Berna’ en Antioquia y Valle, y ‘Macaco’ y ‘Báez’ en Santander, el Eje Cafetero, Nariño y Putumayo, entre otras.












Sentencias: herejías constitucionales, de Carlos Gaviria Díaz

En este libro se recogen unas cuantas decisiones de la Corte Constitucional Colombiana tomadas entre 1993-2001, en el periodo que actuó el maestro como magistrado. Lo común entre ellas es que fueron ponencias que presentó y defendió, que luego se proyectaron como sentencias con modificaciones o sin ellas. Lo que significa que es su autoría directa o indirecta.

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