LA ILEGITIMIDAD DE ESTA REPÚBLICA

“Dónde están las autoridades”, se preguntan los ciudadanos cuando escuchan la noticia de un asesinato, un robo o un atentado terrorista cometido por cualquier grupo delincuencial, sea guerrillero o paramilitar, no sabe uno a ciencia cierta quién comete esos hechos, donde hay huérfanos, viudas y familias que no encuentran respuesta a su dolor. Aquí, podríamos decir, que la respuesta es una sola: Estado. No tenemos legitimidad del Estado.

¿Quién representa la autoridad dentro del Estado? El poder Ejecutivo. ¿Quién es el poder Ejecutivo? Juan Manuel Santos. ¿Quién es Juan Manuel? Un burgués, procedente de la aristocracia bogotana, que tiene sobre sus hombros la dignidad de ser Presidente de la República, pero que con sus hechos se ha convertido en un oligarca. Eso es Santos, un oligarca que siempre tuvo predestinado ser presidente para experimentar a la paz y sentirse traidor de su clase, como los ingleses y estadounidenses progresistas de las reformas liberales. Ahora Santos se quiere parecer a Winston Churchill o a Franklin Delano Roosevelt.

El desgobierno y la incapacidad del Estado para mantener el orden es noticia en todos los medios de comunicación, radio y televisión. Parece ser cierta cada vez más la tesis que arguyen los opositores: “Santos le está entregando el país a las FARC”. ¿Por qué no condenó como un verdadero Jefe de Estado el asesinato de los Policías, sino que hizo declaraciones taimadas que demostraron que hay algo detrás de las negociaciones en La Habana? De las FARC depende la reelección de Juan Manuel, por eso hace concesiones a la muerte y a la crueldad, porque si les reclama y los condena se le pueden levantar de la mesa.

¿Qué se negocia en La Habana? Después de más de dieciséis meses de iniciados los diálogos de paz hemos visto cómo se han burlado de la población civil y del mismo Gobierno, haciendo anuncios que no muestran avances, sino que son la prueba del estancamiento del proceso.

¿Qué hará Santos si el proceso de paz le sale güero? Nadie se quiere imaginar, ni quieren que llegue, el momento en que el Gobierno vea insostenible las conversaciones con la guerrilla de las FARC y deba romper los acuerdos, porque esa sería la victoria de los opositores al régimen de Santos.

La portada de la más reciente edición de la revista Semana, en la cual se preguntan por “La paradoja de Santos”, y de la cual se desprende un muy buen análisis en cuanto a por qué a Santos le va mal, baja en las encuestas, mientras la economía va bien. Un país con cifras de superávit y recuperación económica debería tener al Presidente en la cúspide de la popularidad. Razón: Santos desprecia a las clases populares, es un mitómano y un gobernante.

En palabras de Nicolás Maquiavelo en El príncipe: “…un príncipe, cuando es apreciado por el pueblo, debe cuidarse muy poco de las conspiraciones; pero debe temer todo y a todos cuando lo tiene por enemigo y es aborrecido por él. Los Estados bien organizados y los príncipes sabios siempre han procurado no exasperar a los nobles y, a la vez, tener satisfecho y contento al pueblo”.

Cuando un príncipe [Santos] no controla la seguridad para mantener el orden dentro del Estado, como bien lo define Max Weber, entra en una crisis de gobernabilidad que hace que el pueblo lo aborrezca. Esa es la respuesta a por qué Santos le va mal mientras el país prospera.

Santos, en sus noches de desvelo, debería leer Vidas paralelas, de Plutarco, con una buena dosis de El Príncipe, para que aprenda cómo se gobierna, de qué súbditos se rodea y cómo defenderse en el poder.

Por ahora Santos está condenado al fracaso. Así gane por una mínima diferencia, en la segunda vuelta presidencial, no tendrá gobernabilidad.

***

Al cierre de esta columna en Cartagena del Chairá se presentó el asesinato de tres Policías a manos de las FARC. Esa es la negociación, mientras los ciudadanos se segunda mueren a manos del terrorismo.    

Entradas populares de este blog

Conrado López Ceballos, «Mi General», un ladrón olvidado

[Listado] Estas son las 633 -no eran 533- víctimas de Los Doce Apóstoles entre 1990-1998

Los “negocios” del cuñado de la directora de Pasaportes con el Hospital Marco Fidel Suárez (Bello - Antioquia)